Cuando logramos escucharnos y sentirnos a nosotros mismos y de esa forma lograr un darse cuenta de la razón del estar ahí en un momento de profunda presencia, dispuestos a brindar el mejor acompañamiento, estamos en rapport.
El Rapport es una de las primeras habilidades que domina el coach durante toda la conversación en la sesión de coaching, generando un espacio cargado de comodidad y confianza necesaria entre el coach y su coachee o cliente. Es una relación que se abre a la captación del lenguaje único, controlado, fluido y seguro.
Para la Asociación Americana de Psicología “Una relación cálida y relajada de comprensión mutua, aceptación y compatibilidad comprensiva entre los individuos. Establecer rapport con un cliente en psicoterapia es con frecuencia un objetivo importante para el terapeuta, con el fin de facilitar y profundizar la experiencia terapéutica y promover un progreso y una mejora óptimos.”
En el coaching el Rapport es logrado por el coach igualando y muchas veces imitando el lenguaje corporal del coachee (respiración, posición, movimientos, tono y volumen de voz del coachee, con un nivel sensible y respetuoso.
Cuando logramos presencia en la conversación de coaching, estamos conectando con la persona que está al frente de nosotros, acompasando la conversación en un equilibrio tal, que el coachee se viene al terreno del coach, sintiéndose completamente protegido; es que si eso no ocurre la sesión sería un fracaso; debido a que podrían manifestarse incongruencias, falta de control y escucha, incomodidad del cliente.
Para el coach es importante reconocer que existen canales por donde las personas perciben el mundo y que estos son utilizados para realizar una conexión perfecta entre él y su coachee, con una escucha superior en la que podrá escuchar no solo sus palabras, ni observar su lenguaje corporal sino también las emociones. Los canales de percepción, es el llamado sistema de representación VAK: Visual, Auditivo y Kinestésico o sensorial en donde entra el tacto, gusto y olfato. El coach detecta el canal en los que el coachee transmite información de manera de poder focalizarse en ellos y así conversar y preguntar en el mismo mundo de su cliente, obteniendo conexión y sintonía correcta.
Es importante recalcar que gran parte de nuestras capacidades de expresión son adquiridas en la niñez imitando a los demás, modelando las conductas de otros, es donde la ciencia interviene dando significado a las neuronas espejo de nuestro cerebro, el cual permite copiar los comportamientos ajenos, imaginarlas en nuestra mente y hasta sentirlas como propias. El mensaje de estas neuronas, es que realmente demuestran las relaciones sociales. nos contagiamos de la risa de otros, nos podemos emocionar al ver una película, al estar en un funeral o al ver la tristeza de un ser querido, como si estuviéramos hechos para sentir lo que sienten los demás, para mantener y hacer empatía y comprenderlos de una manera profunda.
Entonces crear Rapport es acompasar con nuestro coachee, creando la mejor sintonia para avanzar en la sesión de coaching, activando las neuronas espejo que son estas la que nos pone en la piel o en los zapatos del cliente.
El coach logra Rapport en la sesión de coaching siguiendo estos cuatro pasos:
1.- Calibra: Observa la postura corporal del coachee, su posición del cuerpo, sus manos, piernas y pies, como esta su cabeza, el ritmo respiratorio, color de piel, tono de voz.
2.- Escucha: Claramente escucha sus palabras claves o que repite, sus frases, predicados (lo que sigue del verbo, su tono de voz alta, media, baja; tono agudo, fuerte. Velocidad de la voz rápida, lenta, media; y comienza a imitarlo con precaución y discreto.
3.- Acompasa: Has espejo con el lenguaje verbal y no verbal. Es calibrar todo lo que corresponde a la fisiología mostrada por el coachee.
4.- Valida: Comprueba que el Rapport está creado. Cambiando una postura y que el coachee la cambie de manera natural
Es importante que el Rapport en la sesión de coaching es lo primero que se debe trabajar, para así lograr un acompasamiento durante los 45 o 90 minutos de la sesión.
Es importante: “Cultivar la presencia, la capacidad de observación y la agudeza sensorial todos los días, conecta con el aquí y el ahora”
Jesus Gragirena @presenciacoaching