La Resurrección de Jesús en mi SER
Cualquier semilla tiene que “morir” para producir una planta. Se siembra en la tierra, se co¬rrompe; no se ve; parece que se acaba. Así sucede con nuestras vidas, pasamos por etapas dolorosas, puntos de inflexión o situaciones diversas donde se debe dejar el pasado atrás, para lograr renacer, porque hay una maravillosa vida nueva que nace de la semilla muerta.